El Real Madrid se llevó el primer Clásico de la temporada con el mejor partido de Trey Lyles desde su llegada al equipo blanco. El ala-pívot canadiense, sin duda el fichaje más potente del último verano, machacó al Barcelona con sus 29 puntos (9/12 en tiros) y dio muy pocas opciones a un conjunto azulgrana que sólo llegó a igualar fuerzas en dos momentos puntuales al inicio y al final del choque de Euroliga (92-101).
Con la victoria, el Real Madrid ya puede decir que ha ganado los nueve últimos Clásicos, un dato que retrata a este Barça muy alejado del nivel de hace unos años. Pero sobre todo los blancos se van del Palau Blaugrana habiendo celebrado un triunfo de los que arman a un equipo y ratifican un proyectazo como es el de Sergio Rodríguez con Scariolo en el banquillo y una plantilla llena de estrellas.
El Real Madrid, con Walter Tavares de titular tras pasar la noche enfermo en Madrid y coger un avión por sí mismo hacia Barcelona para llegar al partido, comenzó siendo el dominador del Clásico. Lyles sofocó a los de Joan Peñarroya y los blancos obligaron a detenerlo al técnico culé con un parcial de 0-8. El Barça contraatacó con la entrada de Nico Laprovíttola y cortocircuitó con los triples de Facundo Campazzo. De 21-24 a 23-34 con un triplazo de Chuma Okeke desde su cancha sobre la bocina para cerrar el primer cuarto.
Mario Hezonja castigó al inicio del segundo con su primer triple y Peñarroya volvía a parar el encuentro. Momento que aprovechó Scariolo para hacer debutar a Alex Len. El parcial era doloroso, de 2-15 y el Barça lo sufría en el Palau. La mejora defensiva permitió a los culés no irse al descanso con una dura desventaja y la grada ya se lo empezaba a creer porque su equipo se acercaba a 10 puntos del Real Madrid.
Lyles rompe el Clásico
De hecho, los blancos resistieron gracias a un tirón de Lyles, que se ponía en 16 puntos. Jan Vesely, criptonita de Tavares, estaba siendo decisivo (13) y Will Clyburn se animaba de tres, aunque el Barcelona se iba a vestuarios incapaz de traspasar la barrera de 10 dígitos de distancia tras una primera parte animadísima de baloncesto que se llevaba el Real Madrid (48-58).
Lyles no se relajó y volvió a meter quinta para acercarse a los 30 puntos y poner en más apuros a un Barça que se aferraba a sus veteranos. El show de Peñarroya llegaría en un tercer cuarto que le terminó desesperando con continuos aspavientos, pisando la cancha con el Real Madrid atacando y dejando sólo cuatro jugadores en pista tras la expulsión de Tomas Santoransky durante un tiro libre de Tavares.
El Real Madrid mientras tanto activaba el modo apisonadora para dejar el partido visto para sentencia de cara al último cuarto (69-85), aunque el Barça apuró sus opciones con un arreón que protagonizó Kevin Punter con triple y tiro adicional para acercarse de nuevo (79-89).
Pañolada en el Palau
Las revisiones alargaron más de la cuenta un Clásico que ya estaba liquidado y que llena de confianza a Scariolo y a su equipo aún en construcción, que ya gana fuera de casa en Euroliga. Y el Palau, pues acabó sacando los pañuelos y pidiendo la dimisión de Josep Cubells, responsable de la sección de baloncesto en el club azulgrana.